Refracción: El arte-en-acción

Recientemente, tuve la oportunidad de leer un ensayo sobre sociología del arte escrito por Sophia Krzys Acord y Tia DeNora (2008). Es un texto muy atractivo porque enmascara dos o tres ideas interesantes. En este breve trabajo quiero mencionar algunas de estas ideas.

Desde el punto de vista de Acord y DeNora, la sociología no sólo debe estudiar los mundos del arte -aquellas macroestructuras y discursos dominantes que dan soporte a lo que tradicionalmente llamamos arte- sino que también debe explorar el arte-en-acción. Es decir, debe interesarse por explorar cómo las personas crean, negocian, utilizan y transforman, por una parte, los objetos a los que tienen acceso y, por otra, cómo al interactuar entre sí y con estos objetos crean las macroestructuras y los discursos que reconocemos como “artísticos”.

Idea 1: la práctica sociocultural como unidad de análisis

Acord y DeNora no lo plantean de esta forma, pero su trabajo intenta imaginar una sociología del arte que se encuadre en una tradición teórica -muy heterogénea, por lo demás- que centra su interés en el estudio de las prácticas socioculturales (Fardella & Carvajal, 2018). En este caso, mi opinión es que las prácticas socioculturales representan una unidad de análisis adecuada ya que sintetizan, por un lado, los discursos dominantes y las macroestructuras que dan forma a un determinado mundo del arte y, por otro, los eventos y las situaciones que definen el arte-en-acción, es decir, las acciones y experiencias subjetivas de cada persona y sus inter-acciones con otros y con múltiples objetos a lo largo del tiempo. Sin embargo, conviene precisar que no todas las prácticas socioculturales son artísticas per se. Basta con imaginar a una persona orinando en un espacio público. Para que una práctica efectivamente tenga una naturaleza artística, debe estar mediada por un objeto de arte (Díaz-Kommonen, 2003).

Idea 2: objetos de arte

Pocas veces los seres humanos actúan directamente sobre el mundo que les rodea. Por el contrario, la mayor parte del tiempo interponen medios auxiliares -entre los que, sin lugar a duda, destaca el lenguaje-, con el fin de influir sobre las características de las situaciones en las que participan, de (re)orientar las acciones de otros y/o de coordinar las propias (Cole & Engeström, 2001). La idea de objeto de arte permite distinguir aquellos medios auxiliares que tienen un potencial de expresión (Danto, 1981). Esto quiere decir que son objetos creados con el fin de sintetizar una orquesta de significados relacionados entre sí… y que lo consiguen. El potencial de expresión de un objeto de arte explica, por ejemplo, por qué orinar en un espacio público puede ser considerado arte como ocurre con la performance “Mear en espacio públicos o privados” de la artista donostiarra Itziar Okariz.

Idea 3: las prácticas “arteducativas”

Un corolario interesante de las ideas que he comentado hasta ahora es que existen unas prácticas socioculturales que podríamos denominar prácticas arteducativas y que son de interés compartido para la psicología de la educación y la sociología del arte-en-acción. Las prácticas arteducativas son prácticas mediadas por objetos de arte. Una sala de clases donde los profesores utilizan una pintura como motor del debate o una relación entre maestro y aprendiz en un taller son algunos posibles ejemplos de estas prácticas.

Referencias:

Acord, S. K. & Denora, T. (2008). Culture and the Arts: From Art Worlds to Arts-in-Action. The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science, 619(1), 223–237. doi: 10.1177/0002716208318634

Cole, M. & Engeström, Y. (2001). Enfoque histórico-cultural de la cognición distribuida. En Salomon G. (comp.), Cogniciones distribuidas (pp. 23-74). Buenos Aires: Amorrortu.

Danto, A. C. (1981). The transfiguration of the commonplace: a philosophy of art. USA: Harvard University Press.

Díaz-Kommonen, L. (2003). Expressive artifacts and artifacts of expression. Working Papers in Art and Design, 3, 1-11.

Fardella, C. & Carvajal, F. (2018). Los estudios sociales de la práctica y la práctica como unidad de estudio. Psicoperspectivas: Individuo y Sociedad, 17(1), 1-12. doi: 10.5027/psicoperspectivas-vol17-issue1-fulltext-1241

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